Hotel Rec de Palau - Cadaqués, Girona

Paco N.

Espectacular, como una "masía" reconvertida en hotel, apartada con de los lugares bulliciosos y con bonitos jardines. Decorado con mucho gusto (bravo). Buenas vistas, desayuno continental. Tratado familiar, destacando al personal que te atiende y en nuestro caso a Angels por sus atentos comentarios sobre el lugar y el trato que nos dispensó, para ella en especial y también para sus compañeros hoy van nuestras cinco estrellas. Felicitats!!!.

Laia S.

El hotel es muy bonito, las habitaciones están cuidadas y las vistas son espectaculares.
Por el contrario, el servicio es muy malo. La atención es mala y muy decepcionante que no te den ni una botella de agua en la habitación y que, en cambio, tengas que pagarla del mini bar cuando el agua del grifo no se puede beber en Cadaqués.
El desayuno es demasiado básico, cualquier cosa que pidas de más tienes que pagar un extra y me parece muy cutre cuando con lo que pagas por noche.
Finalmente, aunque las vistas son muy bonitas, es muy incómodo tener que subir andando, porque aunque pagues el parking del hotel (que es otro extra), luego cuando bajas al pueblo, no puedes aparcar, con lo que el coche está siempre en el hotel y realmente hace mucha subida para hacerlo varias veces al día.

Sara I.

Hotel con mucho encanto, con una ubicación perfecta y unas vistas espectaculares, el desayuno de 10, la limpieza también, el trato lo mismo, todo de maravilla, la mujer que nos recibió, muy simpática y casi los últimos días conocimos a otra mujer del hotel , muy amable y atenta con nosotros,.Ayer fué nuestro último día y nos hubiéramos quedado más, VOLVEREMOS!!
Gracias por haber hecho nuestra estancia tan maravillosa..

Emilio C.

Emplazamiento privilegiado.
El hotel muy bonito y decorado con mucho gusto.
Te hacen sentirte como en tu casa, amabilidad, respeto y cariño.
Nos sentimos unos mas de esa gran familia que es el Hotel.
El desayuno, y cena inmejorables.
No podemos despedirnos sin mandar un fuerte abrazo a Mari Angels, Coral, Pol y Marc.
Pol nos vemos en el Box de Ferrari.
Recomendable ; Volveremos seguro.

Angel

Hotel situado en la montaña que goza de unas vistas impresionantes de la bahía de Cadaqués, la entrada al recinto es algo extraña ya que esta situada al pie de la cima y si subes caminando debes de estar en muy buena forma, ya que la pendiente es bastante acusada. Por ello es mejor solicitar aparcamiento en el mismo hotel o llamar a recepción que bajen a buscarte en el vehículo eléctrico que disponen al efecto (lo que inicialmente hicimos). La estancia fue excelente, con una habitación amplia, limpia y con vistas fabulosas al mediterráneo respirando paz i tranquilidad. Hay que destacar el desayuno, preparado ad-hoc por la camarera-cocinera que fue muy amable, fabuloso¡ En general y a pesar de las escaleras, estancia agradable.

Maria O.

Reservamos una habitación para disfrutar de un finde semana romántico para celebrar nuestro aniversario de boda (hicimos y confirmamos la reserva por teléfono).Viajábamos de fuera de España con la sorpresa que cuando llegamos la persona se había olvidado de reservar la habitación y se la habían vendido a otra gente,el hotel estaba lleno y no nos dieron ninguna solución,solo nos dijeron que lo sentían pero que no nos daban alojamiento y nos quedamos con cara de tontos y sin sitio donde dormir ya que Cadaqués ese fin de semana estaba todo lleno. Nos tuvimos que volver a casa.|La lástima es que pasaron de nosotros y nunca más nadie llamó para dar una explicación o realmente pedir disculpas por lo sucedido.|Conclusión:Un desastre, nada recomendable.

Juan J. P.

Excelente ubicación , vistas y excelente servicio . Un lugar para relajarse y disfrutar de la tranquilidad. Muy cerca del bullicio de Cadaqués, te permite disfrutar del encanto del pueblo . El desayuno en Eda fantástica terraza con Sinatra sonando de fondo es brutal .La atención es genial por parte de todas las personas del hotel. Al llegar nos perdimos con el GPS y la recepcionista no fue guiando pasado a pasado hasta llegar al hotel y ser recibidos entre aplausos!|Lugar al que volvería a ir y el que recomiendo

Javi

La estancia fue corta pero nos dio tiempo a disfrutar de la gastronomía de la zona. Lo peor sin duda las heces que había sobre la almohada de los huéspedes anteriores. La habitación la habían limpiado e incluso dejaron la cama adornada con las toallas blancas simulando unos cisnes, aunque había también restos de alguna catalina en el pico de las aves.

El sitio es muy tranquilo, ideal para desconectar de la ciudad, salvo de madrugada ya que sobre las 3, 3 y media aporrean la ventana con mucha fuerza unas niñas vestidas de blanco. Lo bueno es que no hablan fuerte pero si pegas el oído a la ventana se escucha como susurran algo, me pareció que era en una lengua poco convencional, tipo Arameo.

Por último destacar la amabilidad de la propietaria. En todo momento muy atenta salvo a la hora de pagar ya que abonamos la cuenta en efectivo y cuando cogió el dinero se le cayó un euro al suelo. Yo me agaché para dárselo pero debió interpretar que quería quedármelo y se abalanzó hacia mi con violencia, tirándose al suelo con las dos piernas por delante y clavándome los tacones en la espinilla; me recordó a Casemiro cuando estaba en el Madrid.

Sin duda repetiremos.