Laia Roman
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Nuestra experiencia en este hotel no se correspondía al anuncio.
La mayoría de trabajadores no hablaban español (siendo un hotel de españa) lo que dificultaba la comunicación.
Nos pusieron en una habitación (llamada número 17) que se encontraba en la azotea, lugar al que podía acudir cualquier persona trabajador o no. Además, para acceder al estudio reservado había que pasar primero por una puerta de metal situada en el piso superior de las escaleras del edificio. Tras acceder, había que atravesar la azotea (que de noche no tenía luces y teníamos que ir con linterna) hasta llegar a la única habitación que había cuya pared y puerta no tenían número de habitación alguno y cuya puerta era de metacrilato de galería de patio de luces con un cristal opaco en el centro.
Las imágenes del anuncio no se correspondían con el estudio, pedimos uno con balcón. Nosotros no teníamos balcón, solo la azotea comunitaria, la que por supuesto no nos daba intimidad por el hecho de saber que cualquier persona podía acceder.
La azotea estaba llena de placas solares, salidas de aire acondicionado (de todos los pisos subyacentes), barras de metal tiradas por el suelo...
El tamaño del estudio estaba bien. Hay que decir que no disponía de plano de emergencias.
Fuimos en una epoca que hubieron tormentas y durante estas surgieron goteras que provenían del extractor y las paredes cerca del cuadro de luces (que no estaba tapado por caja, estaba al descubierto) y al comunicarlo al personal de recepción, este normalizó el hecho de que hubiesen goteras. Al no disponer de fregona teníamos que avisar para que vinieran a secar los charquitos. Debido a estas goteras el estudio estaba lleno de bichitos de la humedad (en el suelo, ducha, pila de fregar...).
La nevera no enfriaba bien por lo que muchos alimentos se nos pusieron malos en menos de 2 días.
Teníamos 2 ventanas muy pequeñas opacas y otra con contraventanas que siempre teníamos que tener cerradas pues estas daban a la azotea. Cuyas las vistas eran los paneles solares y las salidas de aire acondicionado. Además no nos fiabamos de que entrase gente a la azotea y pudieran vernos o entrar por allí.
El personal de limpieza muy simpático aunque no sabían español. Pero la limpieza es muy justa pues las toallas y sábanas venían con manchas y tras la limpieza del personal al cambiarlas teníamos prendas nuevas con manchas igualmente.
Cada dos/tres días aparecían excrementos de animal en la azotea junto a nuestra puerta, el personal indicó que eran de gatos callejeros.
Ante los acontecimientos de las goteras y los excrementos al comunicarlo al personal del hotel tuvieron mucha rapidez en acudir a limpiar.
La ubicación del hotel está muy bien. Tiene mucho aparcamiento alrededor y andando en 5 minutos llegabas al centro dónde se encontraba el puerto, las tiendecitas y restaurantes.
Teniendo en cuenta todo esto la relación calidad/precio no es correcta. Es un precio muy elevado para la estancia en la que hemos estado.
Edito reseña en este añadido: Puesto que google no me deja responder el comentario del propietario lo hago en este añadido. El primer día fuimos 4 veces a recepción y se nos reiteró que no habían más habitaciones disponibles. En toda nuestra estancia fuimos 3 tardes a recepción a avisar de los distintos problemas que nos iban sucediendo (solo uno de los días había alguien atendiendo en recepción, el resto tuve que hablar y avisar a gente camarera del bar). Las reseñas se escriben una vez finalizada la experiencia sea alquiler de coche, restaurante o estancia de hotel. Cómo pueden observar soy una persona que hace muchas reseñas y siempre diciendo lo acontecido, pues la gente que vaya a posteriori sea consciente de que se puede encontrar. Acto de crueldad es ponernos en una habitación que ustedes llaman a parte (en la referencia catastral consta como almacén) que está en una azotea llena de paneles solares y salidas de aire acondicionado, puerta de entrada de metal, cuadro de luz sin tapar, sin plano de emergencias y con goteras (cuyo problema ustedes nos dijeron que era normal).